Para volver
Foto:La Docta Fútbol Club | PH:M.A.Fernandez
Ramón Abila, deja su querido Instituto para seguir su carrera en Huracán. Anoche se despidió de la gente con un gol, que le devolvió una inmensa demostración de cariño al grito de "Wanchope, Wanchope".
Eran pasadas las 20 hs, y Ramón pisa Alta Córdoba, cumpliendo el sueño de toda su vida, entrar al vestuario del Monumental, calzarse la roja y blanca y salir al verde césped a defender con pasión los colores que lleva en la sangre. Pero esta noche del domingo 19 de enero, sin dudas, quedará grabada a fuego en la memoria del delantero, porque por un tiempo indeterminado, Ramón dejará de lado ese sueño de toda su vida, pero por una causa noble. Es de público conocimiento la difícil situación económica que transita Instituto, y Ramón lo sabe. Por eso es que se va, pero no dándole la espalda al club que lo crió sino que se va, y le deja 2.3 millones de razones en efectivo en forma de agradecimiento por todo lo que le dieron.
Eran pasadas las 20 hs, y Ramón pisa Alta Córdoba, cumpliendo el sueño de toda su vida, entrar al vestuario del Monumental, calzarse la roja y blanca y salir al verde césped a defender con pasión los colores que lleva en la sangre. Pero esta noche del domingo 19 de enero, sin dudas, quedará grabada a fuego en la memoria del delantero, porque por un tiempo indeterminado, Ramón dejará de lado ese sueño de toda su vida, pero por una causa noble. Es de público conocimiento la difícil situación económica que transita Instituto, y Ramón lo sabe. Por eso es que se va, pero no dándole la espalda al club que lo crió sino que se va, y le deja 2.3 millones de razones en efectivo en forma de agradecimiento por todo lo que le dieron.
Alta Córdoba entera se paralizo cuando "La Cobra" se quitó la pechera, se puso la 18 y se dirigió hacia la línea de cal, para comenzar su despedida. No llego a pisar el interior del campo de juego, que el ensordecedor coreo de su apodo por parte de la hinchada, invadió el estadio. La gente se identifica un montón, con el "Negro" que creció en Remedios de Escalada, con la pelota bajo el brazo y escuchando cuarteto. Ramón hoy se va, pero antes tenía que despedirse, haciendo lo que mejor sabe hacer. Ramón dice chau, pero en el idioma del gol, con el cual llego al corazón del hincha. Encaró dentro del área, como nos tiene acostumbrados a todos, y con picardía, ganó un penal que luego cambio por gol, haciendo que la despedida, sea perfecta. El partido se termina, el resultado de un amistoso de verano quedará nada más que para la estadística, pero ese aplauso interminable, Ramón se lo lleva para siempre.
Ramón hoy se va, y cada vez que se pronuncie su nombre en Alta Córdoba, invadirá la nostalgia. Él, contará los días, y seguro necesitará esa pasión que le inflama, locura y placer, de jugar en La Gloria. Ramón hoy lo deja todo, pero lo deja todo, para volver.
Wanchope, en números: Marcó 7 goles en la primera rueda del torneo, con lo que se posiciona como goleador del equipo, seis de jugada y uno de cabeza, este, en el clásico contra Talleres. Jugó 16 partidos, 5 desde principio a fin y acumula aproximadamente un total 881 minutos en cancha.
